Dark Shadows

Calificación: 5,5/ 10

Generalmente cuando se habla de Tim Burton se vienen a la mente muchos aspectos referentes a su estilo cinematográfico, el cual le ha abierto un lugar importante en el séptimo arte desde hace ya bastantes años. Muchos califican su cine de gótico, otros de surrealista, oscuro o extravagante, muchos alaban sus películas y otros no las soportan. Lo cierto y lo que nadie puede negar es que este director tiene creatividad y es original, aunque su cine no sea exactamente para todos los gustos.

Su último proyecto se titula 'Dark Shadows' o 'Sombras tenebrosas' en Latinoamerica. En este film podemos ver el anhelado regreso de la colaboración Burton-Depp que sus seguidores estaban esperando desde la última vez que trabajaron juntos en 'Alicia en el País de Las Maravillas'. Del mismo modo y como es costumbre desde hace 10 años, la película cuenta con la participación de la esposa del director; Helena Bonham Carter.

En esta oportunidad el famoso actor interpreta a Barnabas Collins, un atractivo joven que se convierte en la victima de una malvada bruja que está enamorada de él y que al verse rechazada decide transformarlo en un vampiro y encerrarlo en una tumba. Después de dos siglos Barnabas es accidentalmente liberado de su encierro y se propone  recuperar lo que le pertenece, lo que no se imagina es que su mayor enemiga no ha dejado serlo.

Visualmente la película es innegablemente diriga por Burton y con esto me refiero a que su estilo oscuro está presente durante todo el desarrollo del film, en el maquillaje, en la escenografía y en el vestuario. Otro aspecto que ha caracterizado las películas de este director y que en Dark Shadows sigue presente es la presencia de personajes con personalidades extremas, el bueno es muy bueno y el malo muy malo, no hay tonos grises.

Del mismo modo al ver esta película es inevitable no pensar en los origenes de Tim Burton, cuando sus historias se centraban en amores imposibles y oscuras maldiciones, haciendo alusión a un terror cómico que siempre le funcionó bastante bien.

En el reparto encontramos también a Michelle Pfeiffer, Johnny Lee Miller, Chloë Grace Moretz y Gulliver McGrath, todos correctos, sin ser extraordinarios. Destaca sobre ellos la actuación de Eva Green interpretando a la villana, la de Helena Bonham, que a pesar de no tener tanto peso como en otras ocasiones, nos permite apreciar unos buenos momentos y por supuesto la de su estrella Johnny Depp quien nos regala unos buenos toques de humor y nos demuestra una vez más que cuando se trata de una película de Tim Burton, siempre va a dar lo mejor de si.

El argumento del film parece pretender demasido y quedarse corto, algunas escenas son demasiado exageradas y la combinación drama-terror-comedia no funciona adecuadamente por lo que al final termina sin convencernos mucho. El guión está basado en una serie de televisión de los años 60.

Yo me considero una seguidora fiel de Tim Burton, sin embargo debo reconocer que ultimamente no ha logrado esa máxima demostración de talento que solía irradiar en sus esplendorosos inicios, cuando reconociamos estar ante un genio innovador del cine. El toque no lo ha perdido, con él y con Tarantino me pasa que siempre reconozco su estilo en cada escena de los films. Burton sigue dejando su huella y demostrando que no le importa salirse un poco de los parámetros aunque ésto haga su cine menos comercial y menos, para muchos, atractivo.

A mi parecer Dark Shadows es una película de momentos, tiene los buenos y destacables, sobre todo en el ámbito de la comedia, pero al mismo tiempo hay algunos instantes en que puede tornarse aburrida y demasiado lenta, precisamente considero que su duración es una gran desventaja, teniendo en cuenta que se pudo contar lo mismo recortando algunas escenas que carecen de importancia.
En conclusión seguramente los fans de Burton no querrán descartarla y habrán quedado complacidos con el diseño de producción, pero personalmente sigo esperando que este genio de la dirección vuelva a sus grandes andares y nos sorprenda con una de esas obras maestras a las que nos tenía acostumbrados.