Espejito, espejito

Calificación: 4/10

Los mágicos cuentos infantiles se pusieron de moda en Hollywood, el año pasado la inolvidable historia de Caperucita Roja fue llevada a la pantalla grande dirigida por Catherine Hardwicke, bajo el título de La chica de la capa roja. En el 2010 Tim Burton hizo lo propio al dirigir el film de Alicia en el país de las maravillas y ahora el director Tarsem Singh ha realizado una nueva versión del clásico Blancanieves. Las tres adaptaciones tienen en común que mostraron significativos cambios sobre el argumento original, sin embargo las dos primeras conservaron la maldad y el lado oscuro de los cuentos que tantos nos divertían, pero que también nos asustaban, mientras que, en manos de Tarsem Singh, la conocida historia de la chica de piel blanca como la nieve y cabello negro como la noche, ha dado un giro en su naturaleza transformándose en una declarada comedia.

La historia (con sus aspectos tradicionales y sus modificaciones) va de una ambiciosa mujer que gobierna un reino al borde de la ruina que a penas se sostiene con los impuestos que el pueblo pronto no podrá pagar. Esta mujer, por demás narcisita, vive con su hijastra a quien envidia por su notable belleza. Cuando se da cuenta que el principe, en quien había puesto los ojos para casarse, no se fija en ella sino en la joven Blancanieves, decide desterrarla y asesinarla en el bosque. Sin embargo las cosas no salen como las planeaba, Blancanieves ha sobrevivido y se ha aliado con siete dimuntos ladrones, con quienes se dedica a robar las riquezas de la reina para devolverlas al pueblo.

Los cambios están latentes, pero más en la caracterización de los personajes que en el desarrollo argumental; un principe débil y cobarde, una reina que posee una maldad sin maldad, una Blancanieves guerrera y desafiante, y unos enanos delincuentes.

Julia Roberts es la reina, y no hablo únicamente de su personaje, me refiero a su capacidad de apoderarse de la historia, de arrebatársela de las manos a Blancanieves, de conseguir que todas las miradas se posen sobre ella y sobre su interpretación, que si bien no nos produce miedo ni muchas risas, si hace que la destaquemos por encima de los demás personajes.

El príncipe es interpretado por Armie Hammer y creo no equivocarme al pensar que muchas mujeres que aún soñaban con el príncipe azul de los cuentos de hadas han recibido una gran decepción y es que por supuesto nadie anhela estar junto a un hombre sin carácter ni valentía, al que haya que salvar continuamente. Si la intención de Tarsem Singh y de sus guionistas era hacer un tonto del galán, creo que lo han conseguido con creces. Personalmente su interpretación me pareció bastante floja y no tiene nada que ver con las preconcepciones de su personaje, de Armie esperaba mucho después de que me hubiera asombrado tanto el año pasado en J.Edgar.

Blancanieves es interpretada por Lily Collins, es la heroina de la historia, una joven de armas tomar que salva a los enanos, al principe, a su reino y al pueblo. En esta adaptación, la recordada princesa odiada por su madrastra deja atrás su cáracter de inocente victima para convertirse en una astuta jovencita que siempre está un paso por delante de sus enemigos. Su actuación me parece insípida en muchos momentos, no transmite sus sentimientos al espectador, personalmente no me pude convencer ni de su amor por el principe, ni de su aire revolucionario ni de su indignación ante las acciones de la reina.

Los enanos son a mi parecer una grata sorpresa dentro de la película, aportan muchos de los pocos momentos realmente graciosos del film y la clara reverencia que hacen a Robin Hood me pareció uno de los cambios más acertados sobre los personajes originales.

Otro aspecto a destacar del producto es su diseño de vestuario el cual estuvo muy bien logrado. El trabajo artístico está en su punto y nos permite apreciar una belleza sublime con cada cambio de escena, que salva la cinta de los muchos errores que viene cargando.

Muchos comentarios he escuchado y leído acerca de la originalidad del film, de su sarcasmo, de su manera propia de reirse y burlarse sin más del cuento que representa, de su cáracter irreverente y cómico. Yo no puedo más que discrepar con todas esas apreciaciones; la originalidad del film se queda en la intención de convertir en comedia un drama como éste, en la mera intención porque los chistes usados son reforzados y previsibles, y los gestos, situaciones y acciones no causan mayor gracia, en cambio en muchas ocasiones irritan un poco. ¿Qué si se rie del cuento que representa? claro que lo hace, pero lejos de parecerme un acierto me parece inadecuado e innecesario. Espejito, Espejito no logra definirse pues al final resulta que no es una parodia completamente, pero tampoco encaja bien en otro género. A mi es que definitivamente no me va ese estilo burlesco típico de Scary Movie.

La película, a mi parecer, pretende demasiado ser graciosa por medio del guión y por medio de las actuaciones, pero hay un montón de aspectos que se quedan fuera de contexto y carecen de total credibilidad. No les bastó con un príncipe que ya de por si era vergonzoso, sino que tuvieron que convertirlo en un perrito dueño de sus mismas caracteristicas, pero llevadas al borde de la exageración. También está la situación de una bruja malvada, cuya maldad únicamente se vislumbra en su última aparición de la cinta, aparición por supuesto superada por la inteligencia de una Blancanieves que nos ha arrebatado esa imagen de pureza e inocencia que teniamos en nuestros años de infancia, aspecto que me parece bueno, pero se pudo aprovechar más.

Tampoco puedo calificar de mala la película porque eso sería descartar sin consideración el grandioso trabajo de la fallecida Eiko Ishioka en el vestuario, que junto a la dirección artística, fotografía y escenografía forman un conjunto de aspectos dignos de ser vistos y apreciados. Julia Roberts también resulta un gran enganche, aunque la he visto en un montón de mejores actuaciones.

Se trata, entonces, de un producto apto para aquellos que quieran pasar el rato y reirse con una que otra broma, para aquellos amantes de los finales felices y partidarios del feminismo. También para aquellos que disfruten de películas despreocupadas que se burlan de si mismas y por supuesto para los admiradores consumados de la novia de América, Julia Roberts.

En cambio, no la recomiendo para los que, como yo, aprecian el valor histórico de la obra original y esperan encontrar al menos un atisbo del lado oscuro y de los personajes clásicos, ni para los que se deleitan con la innovación, pero no hasta el punto de la total reinvención de un producto tan antiguo. Yo alabo la intención de originalidad en una adaptación literaria, pero considero que es importante conocer el límite en que el producto deja de ser simplemente innovador para convertirse en una oposición de todos los aspectos originales y en una burla hacia ellos. Cuando terminas de verla, inclusive durante el baile final tipo Bollywood te llenas de sensaciones encontradas y, personalmente, de la esperanza puesta en Blancanieves y la leyenda del cazador, nueva adaptación que se estrenará próximamente.